lunes, 6 de junio de 2011

CIUDAD DE LA ALHAMBRA

Al sur de España se extiende una provincia que atesora en sus fronteras, desde las montañas más altas a las costas más tropicales, sin embargo, lo paradójico de su embrujo y su belleza nos viene ofrecido por la mano de los hijos del desierto. Esta tierra, fértil, cálida y fría en el mismo contexto, debe gran parte de su carácter a los cantos del Corán, siendo ahora de tradición cristiana, y está dominada por una imponente fortaleza roja, que lejos de ser el palacio de un cuento, da fe por los siglos de los siglos de luchas cruentas y esencias musulmanas, y de valiosas herencias en el que hacer cotidiano, como el bello ruido del agua transcurriendo por las acequias y el olor a campos mojados, antaño moros hoy españoles.